Resignificando espacios: los museos de la mujer en México y Argentina

Ponencia para el VI Congreso Internacional de Museos, Arquitectura, ciudad y museos.
Mesa: América Latina, sus sitios y sus museos
Universidad Iberoamericana, Ciudad de México
7 de junio 2011

Desde los años 80, con el objeto de resituar a las mujeres, desde el lugar secundario al que habíamos sido limitadas en los relatos historiográficos tradicionales, hacia el importante papel que a pesar de las generalmente poco propicias situaciones, logramos desempeñar en la historia, surgió un nuevo tipo de museos, el dedicado a la exhibición y al estudio de distintos aspectos de la vida de las mujeres: nuestras prácticas y costumbres cotidianas; nuestra participación social, económica y política; y nuestras expresiones culturales y artísticas, tanto en el pasado como en el presente.

El primer Museo dedicado a las mujeres surgió en Bonn, Alemania, en 1981; y el segundo fue creado en Washington DC, USA, en 1987. Respondiendo a las reivindicaciones del nuevo feminismo de las décadas de los 70s y 80s, a partir de 1990, con el objeto de balancear la desigual presencia del género femenino en los museos, comenzó a tener lugar un extraordinario boom fundacional de museos dedicados a las mujeres: en Granada, España, en 1990; en Merano, Italia, en 1993; en la Isla de Gorêe, Senegal, en 1994; en Xian, China, en 1997, y en muchísimos otros lugares más. Sin embargo, en América Latina, el primer museo de la mujer fue fundado recién en el 2006, en Buenos Aires, Argentina, y el segundo, acaba de inaugurar hace tan solo algunos pocos meses, en marzo del presente 2011, en la Ciudad de México, México.

¿Qué nos dice este desfase temporal sobre nuestra región? ¿Qué visión historiográfica de las mujeres materializan los recintos arquitectónicos y los discursos museológicos de cada uno de estos museos latinoamericanos?¿cómo proponen intervenir en sus comunidades respectivas para sumarse a la lucha por una cultura de equidad? Desde mi perspectiva personal como historiadora del arte, interesada en cuestiones de género, me propongo reflexionar sobre algunas de estas cuestiones, a través de la comparación de las propuestas que ofrecen los dos primeros museos de mujeres de América Latina. La resignificación de los espacios implícita en el hecho mismo de inscribir a la historia de las mujeres como objetos museales dignos de conservación, estudio y difusión; el sentido nuevo que adquieren los espacios físicos en donde se instalan los museos; como así también el cambio paradigmático relacionado con la función misma del museo, entendido ahora principalmente como agente de comunicación y de intervención social, serán el eje de análisis principal de la presente ponencia.