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Un árbol

Martes, 17 Diciembre 2013 10:14 Escrito por Inés Alberico

“Nacer y morir es trámite que hay que cumplir” JL Borges

El origen, germina de una semilla, crece despacio y va formando en su interior, las huellas de su crecimiento interno, sostiene la vida con firmeza, es libertad, siempre está de pie, en vida y en muerte. Es la relación que hay entre la vida, la tierra y el cielo, compartiendo el espacio, y el tiempo haciendo una unidad. La madera como un elemento vivo, represento la vida, la energía, la vitalidad, se caracteriza por su crecimiento hacia el cielo, en constante expansión. EL elemento madera nutre, y a su vez es vencido por el elemento fuego, el corazón, la madera se nutre del agua, del autoconocimiento, para fluir.
La capacidad de reflexionar sobre uno mismo, expresarlo, es reconocerse como un proyecto inacabado, poniendo en cuestión la propia realización, buscando nuevas significaciones.

Pensar la obra como una ofrenda a una divinidad, como una gratitud a una oportunidad, a la vida y a la muerte.

Hay que reconocer la fuerza de las fibras del corazón que dan la fuerza para crecer sin ataduras. No es una condición, es un proceso en el que lo oscuro dentro de nosotros lleva una trayectoria, que preside del ritmo enumerado de los instantes, lo que da la conciencia.

Los surcos pueden significar el dolor, el sufrimiento, el miedo, la impotencia, desesperanza, ríos de lágrimas, la necesidad de externar un sentir, el regocijo de un momento, y en nuestra muy particular interpretación de la realidad, en nuestro límite entre vacio, forma, y búsqueda. Mediante la geometría, los espacios son templados (como instrumento musical) de modo que resuene en la frecuencia que ayude a la persona a conectarse con lo espiritual. Cuando el objeto ha alcanzado cierto grado de vibración, sus moléculas se desintegran, resolviéndose en sus elementos originales o átomos, luego en innumerables corpúsculos o electrones, y desaparece en sustancia etérea, la unidad.

Cuantas veces me habré quedado fascinada con situaciones de mi vida, que me dejaron huellas tan profundas, que volvía a repetir las mismas experiencias, sin dar lugar a la creatividad….Sin siquiera preguntarme que estaba haciendo.

El momento presente es como ES, cada momento no es un obstáculo para superar, sino laberintos que recorrer para divertirnos. No hay sucesos aislados, todo se encuentra interconectado, son parte de la totalidad del cosmos que ha producido la forma, que toma este momento, te alineas con la vida.

Si queremos conectarnos con nuestro interior, tenemos estos lugares sagrados donde entramos en resonancia, conscientemente se encuentran respuestas, y se intensifica la conciencia espiritual. Es un paralelo entre dos puntos tanto en el espacio como en el tiempo y que tienen en común la forma en que cada uno construye su realidad.

Es impresionante, cuando de repente todo se conecta ante mis ojos... Por un instante formando una estructura de conexiones y señales... A veces logro recordarla y la dibujo. Después cuando le veo de nuevo no logro entender que es eso que antes fue tan claro... Lo único que entonces queda es la sensación...

Soy el contenido de mi vida, yo soy el espacio en el que ocurren las cosas, yo soy conciencia, Yo soy el ahora, yo soy. No tienes una vida, eres una vida, la conciencia que interpreta todo el universo, y toma forma temporalmente, para experimentarse, tu eres la conciencia en donde se experimentan las cosas, y aparecen.

"Yo quiero conocerme a mí mismo", cuando tu eres ya ese conocimiento, eres una paz vibrante de vida.

Ficha: Un árbol compuesta por 12 piezas intervenidas por ambos lados
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