Pinturas
Puedo describir mi pintura como retratos de la realidad convertidos en escenas teatrales. Los protagonistas son presentados al estilo de la "Comedia dell’ Arte", estas "puestas en escena" presentan tragicomedias llenas de humor pasión y espiritualidad, cada pieza trata de ir a la esencia de lo que somos, mi deseo es el ahondar en un mundo mágico, para que el observador descubra nuevos caminos invitándolo a que en el escenario que se le ofrece, sea parte de la obra. La intención en cada obra es que el observador explore sus propios deseos y alcance sus fantasías.
Mi pintura es íntima, como esos relicarios en los que se guardaba el retrato del ser amado, un mechón de pelo o una carta de amor, recrea el mundo interno de los cajoncitos del ropero en los que guardamos de todo; penas, alegrías, amores y desamores, pecados, sueños, secretos, culpas y sentimientos profundos que sacamos de vez en vez como álbum fotográfico de nuestra realidad e historia.
La intención de mi pintura es que el observador tenga que acercarse para captar el detalle y una vez que se aproxime, quede cautivo adentrándose en ella poniendo en marcha los mecanismos de la conciencia, otorgándole al espectador la oportunidad de fijar los ojos en los detalles que dejamos inadvertidos.
Como si fuera una investigadora pongo al microscopio una gota de sangre de cada una de las obras que pinto, las analizo sin juicios morales, sólo observo su composición , entonces el observador que se aproxima al lente se asoma a un mundo en miniatura armado con una lupa esperando acercarse a la obra, escuchar un susurro, recibir un pellizco de monjita, descubrir un secreto escondido y esbozar una sonrisa ante una sutileza cargada de humor negro.
El tamaño no es lo que importa en la obra de arte, el impacto llega al convocar al observador a fijarse mas seguido en los diminutos detalles que son el reflejo que construye poco a poco nuestra vida.





Pinturas
Sin rastrear el límite del universo se puede llegar a la línea desde la cual contemplar su infinitud: cada fragmento de lo visible es una muestra de lo infinito. La obra de Manuela Generali, ha pasado por los diferentes encuadres de nuestra realidad: el cuerpo, la arquitectura, el paisaje; su tratamiento pictórico nos coloca ante la infinitud de lo visible.
Las pinturas de Manuela recorren el camino de la abstracción aunque, siendo mas fieles al proceso seguido por la artista, diríamos que la abstracción es usada para invocar a la figuración; de cualquier forma, el resultado es un híbrido lleno de ricos fragmentos de infinitud. Busca llegar al limite, explora las posibilidades últimas de la figuración con los aportes estilísticos de la abstracción. Señala, con el mismo gesto de los románticos, las brumas indescifrables y los destellos cegadores.
Apunta a la inacabable tarea de redefinir el paisaje, la fauna, las ciudades, renunciando y declarando imposible consignar a detalle nuestra realidad con siluetas razonablemente definidas. Su pensamiento se dirige a lo inabarcable, a lo que sentimos avasallador por su fuerza: el caos del universo como un supremo orden oculto. Reflexión firmada por el desordenado impulso del pincel, adquiriendo sentido al formar parte de la totalidad de la pintura; que en forma estricta, lo sublime no puede ser pintado, sólo es sugerido, rodeado y aludido. Y esta imposibilidad, inflamada por Manuela Generali, se convierte, ante nuestros asombrados ojos, en silencio que se hace escuchar.





