Mi cuerpo como principio de mi orden
La identidad femenina, como concepto, es una compleja relación entre la inalcanzable imagen femenina, la posible autoconstrucción de si misma y, los vínculos con el mundo, de ella me ha interesado profundizar y plantear la identificación de los ideales sociales y prototipos referentes al sexo femenino, con el interés de deconstruir ciertos parámetros erigidos a lo largo de la historia, que edifican parte de la identidad de una persona, para luego construir otros distintos desde la auto-conciencia.
Mi obra circula entre la elección de mi cuerpo como principio de mi orden (espacio propio e íntimo) y, como punto de partida hacia el afuera (espacio circundante y ámbito social). La extensión de éste, de mi cuerpo, me lleva a plantear y reflexionar sobre otras mujeres y hombres, sobre la femineidad, la identidad personal, la sexualidad, lo cotidiano, entre otros aspectos. Y vincularlo intrínsecamente con el espacio escultórico. En unos casos, uso la metonimia transfiriendo mi cuerpo hacia el objeto como representante de mi persona. En otros, trabajo el uso de las palabras de todos los que habitamos espacios compartidos y con las que participamos, igual, como signos de lo que existe cotidianamente en la vida de la persona. Su uso nos hace ser y nos hace existir dentro de una estructura social y en la autoidentificación. También, me apoyo en la materia y el material, que trabajan como conductores simbólicos e inducen a una sensación táctil a través de la memoria sensible. Me inclino por el uso del bordado sobre tela, el yeso, la cera, colorantes, luz, entre otros, son materiales orgánicos, blandos, rígidos y maleables.


