Y que hacer
Tuesday, 17 December 2013 13:01
Written by Raúl Herrera
Chilena-Oaxaqueña, sería la verdadera nacionalidada de María Rosa Astorga, si esta doble nacionalidad fuera posible. Chilena porque allí nació y Oaxaqueña porque aquí llegó desde adolescente y porque fue el lugar elegido por ella para recidir y estudiar una carrera, casarse, tener una hija y seguir su vocación original de artista.
En el arte ha incursionado por varios caminos; primero en la literatura, en el taller de Julio Ramírez, en donde escribió dos libros publicados de poesía. Además, numerosos poemas que han sido seleccionados en revistas del género. Ha incursionado también en la radio, filmación de programas de televisión, animaciones para video y cine, performances, y aparte goza de una voz privilegiada.
Su entrada al ámbito pictórico local, sin bombo ni platillo, ganándolo a fuerza de buenas exposiciones cada vez más consistentes, con una obra que ha ido madurando con materiales diversos e inusuales. A veces encáusticas, óleos, acrílicos y collages, con temas diversos que evolucionaron desde un circo de fantasía hasta espectaculares paisajes.
En una de sus últimas exposiciones sorprendió con unas pequeñas cajas de acrílico transparente en donde encerraba muchos acetatos pintados y útilizados para una animación llamada el Origen de la Vida, ahora dividida en fragmentos de segundos de tiempo encerrados y expuestos como obra pictórica. Esta breve animacion llevó cientos de acetatos dibujados e iluminados, segundos de movimiento de una amiba que se desplaza.
Su inquieta personalidad nunca encuentra obstáculos para desarrollar sus proyectos. Su búsqueda con tierras recogidas usando arenas de Hierve el Agua, tierra color siena, ocre, arenas minerales, etc. formando nuevos paisajes en la superficie de Madera que algunas veces se convierten en olas y barcas a su merced.
Sus obras nos remiten a tierras frías y lluviosas, o sierras áridas donde nada crece y en donde el viento y los colores del otoño o la primavera surgen de la tierra.
En sus cuadros más grandes, como el de una jacaranda en una cumbre rocosa y esos árboles de flores violetas con cielo azul intenso, nos traen al campo oaxaqueño. Así como los atardeceres amarillo naranja y rojos casi puros, contra el azul obscuro y denso de las montañas que rodean tanto a Oaxaca como a Santiago durante el crepúsculo.
En su más reciente exposición volvió a sorprendernos (aparte de los paisajes) con una serie de ex-votos: cuadros de pequeño formato trabajados en maderas preparadas, la mitad con una imágen del milagro por el que se agradece en imágen y por la otra mitad una version escrita del portento y su agradecimiento al santo en cuestión. Astorga, en su versión pictórica, da las gracias en imágenes a la madre tierra por todos sus dones y en poema libre, con voces antíguas, los agradece literariamente. La belleza de los pequeños cuadros justifica su función y la poesía redondea la obra enmarcándola.
María Rosa Astorga es una artista que se tomará en cuenta. Su presencia aquí llena un espacio único como la primera artista chilena que crea un puente artístico y espiritual entre Chile y Oaxaca y lo lleva a cabo con su vida y su obra, con su sensibilidad, su percepción, sus talentos y su amor por ambos lugares.
Oaxaca, Oax. 2009