El cuerpo de la Madre
La búsqueda de este equilibrio, tan difícil y necesaria, y la facultad exclusiva de dar vida, tan preciosa y frágil, resuenan en la combinación de estas tres sencillas imágenes que en suma muestran a una mujer embarazada, cómoda con su condición, incorporada armoniosamente a los elementos que, como ella, son vida.
La mujer de las fotografías acepta y disfruta la maternidad con la naturalidad con la que le fue dada y la vive sin contradicción con el resto de su vida. Es ése el estado ideal de la maternidad, una búsqueda que las mujeres emprenden también fuera de sí mismas, en sociedad, muchas veces con gran dificultad, y cuya imagen de un posible logro es esta mujer que mira a cámara tranquila, en paz, con una sabiduría que pareciera ensancharse junto con su vientre.


