Esta serie recrea vasijas de cerámica prehispánica (e incluso de otras temporalidades y geografías), que salieron de su país de origen de manera ilícita y que ahora forman parten de colecciones públicas y/o privadas en el extranjero que las aprovechan para reforzar sus industrias culturales y turísticas y aumentar su prestigio.

Mi trabajo consiste en reapropiarme de ellas a partir de reelaborarlas desde una plataforma estética diferente: la de la ‘silla Acapulco’: un diseño anónimo mexicano moderno que, al igual que el patrimonio prehispánico, es un aglutinante identitario.

Mi intención es hacer una repatriación simbólica visibilizando tanto el tráfico de bienes culturales como el poco interés de los países involucrados por perseguir a los saqueadores y resarcir a los despojados.

A partir de los materiales empleados, sus colores y patrones de tejido, desarrollo una amplia gama de soluciones: formales, cromáticas, y espaciales, que me permiten elevar a nivel escultórico producciones de enorme valor artístico que en términos generales, han sido consideradas obra menor.