Rumor. Proyecto postal sobre lo inaprensible
Jueves, 19 Diciembre 2013 00:27
Escrito por Cynthia Grandini
Las postales están organizadas en tres grupos: lo invisible (Ausencia, Falta, Fantasma, Nada, Oscuridad, Silencio, Vacío); lo efímero (Brevedad, Desvanecimiento, Disolución, Finitud, Fugacidad);
lo limítrofe (Margen, Límite, Borde, Frontera, Orilla). Las palabras que vemos en ellas fueron escritas en superficies frágiles como arena, harina, tierra y vao; se hicieron dos copias de cada postal de las
cuales una fue enviada por correo desde Madrid a distintas ciudades - Barcelona, la Ciudad de México, Guadalajara, Lima, Nueva York, Perth, Santiago de Chile y Tijuana- y, mientras éstas viajaban y llegaban a sus diversos destinos, en las mismas fechas el otro conjunto fue reunido y exhibido en Madrid.
Se trata de palabras que enviadas de persona a persona ofrecen la posibilidad de una pausa significante que cruce las fronteras y llegue hacia la intimidad. Creo que, si logramos detenernos en ellas, pueden provocar que la mirada sea el vehículo para pensar esa orilla de la cual asoma algo ilimitado e inabarcable. Lo pasajero, lo contingente, el espacio entre las cosas, el silencio, el vacío, y el rumor son convocados aquí para decir que parte de la historia (de todas las historias) también se cuenta reconociendo la fragilidad y la ausencia como algo fundamental para entender el mundo, y cabría decir lo mismo acerca de la imposibilidad -o dificultad al menos- de lo sólido y lo permanente. Si el arte tiene algo que hacer frente a estos temas, si puede aún decirle algo a alguien, habrá que tratar de hacerlo incluso en medio del ruido al que estamos expuestos.
Las postales están organizadas en tres grupos: lo invisible (Ausencia, Falta, Fantasma, Nada, Oscuridad, Silencio, Vacío); lo efímero (Brevedad, Desvanecimiento, Disolución, Finitud, Fugacidad);
lo limítrofe (Margen, Límite, Borde, Frontera, Orilla). Las palabras que vemos en ellas fueron escritas en superficies frágiles como arena, harina, tierra y vao; se hicieron dos copias de cada postal de las
cuales una fue enviada por correo desde Madrid a distintas ciudades - Barcelona, la Ciudad de México, Guadalajara, Lima, Nueva York, Perth, Santiago de Chile y Tijuana- y, mientras éstas viajaban y llegaban a sus diversos destinos, en las mismas fechas el otro conjunto fue reunido y exhibido en Madrid.
Se trata de palabras que enviadas de persona a persona ofrecen la posibilidad de una pausa significante que cruce las fronteras y llegue hacia la intimidad. Creo que, si logramos detenernos en ellas, pueden provocar que la mirada sea el vehículo para pensar esa orilla de la cual asoma algo ilimitado e inabarcable. Lo pasajero, lo contingente, el espacio entre las cosas, el silencio, el vacío, y el rumor son convocados aquí para decir que parte de la historia (de todas las historias) también se cuenta reconociendo la fragilidad y la ausencia como algo fundamental para entender el mundo, y cabría decir lo mismo acerca de la imposibilidad -o dificultad al menos- de lo sólido y lo permanente. Si el arte tiene algo que hacer frente a estos temas, si puede aún decirle algo a alguien, habrá que tratar de hacerlo incluso en medio del ruido al que estamos expuestos.