La erosión sin perder firmeza
Lunes, 23 Diciembre 2013 16:14
Escrito por Cynthia Jauregui
Nace en 1968 en Monterrey, N.L., México.
Entre 1987 y 1992, estudia arquitectura y se interesa en la escultura y lo tridimensional experimentando con varios materiales. Juega con los efectos de la luz déjando aperturas inesperadas que dan acceso visual a los espacios interiores. En 1994 inicia en la cerámica, participando en talleres y exposiciones. Le interesan los espacios habitados por la vida y los espacios abandonados por la vida, la construción y la erosión. En la cerámica se acerca a los últimos. Crea en la superficie de las piezas efectos de deslavado. Pero siempre persiste la estructura, se resiste a los efectos del tiempo, no se cae ni se deshace. Siempre se mantiene, sigue intacta. Investiga el orden de la estructura orgánica e inorgánica. En sus murales destaca una organización matemática que podría ser de cristales. Aún donde haya erosión sigue la fuerza de mantener estructura y firmeza en el mundo material. De ahí la impresión de un poder casi religioso que da su obra. Llegando en el 1999 a la ciudad de Oaxaca se instaló en un territorio donde a diario se encuentra con edificios y montañas deslavados por el tiempo, donde la labor de la tierra se siente a diario igual que las energías que mantienen la vida y la estructura de ella. Actualmente trabaja de ceramista así como de arquitecta dedicándose en la misma medida a ambos temas.
Nace en 1968 en Monterrey, N.L., México.
Entre 1987 y 1992, estudia arquitectura y se interesa en la escultura y lo tridimensional experimentando con varios materiales. Juega con los efectos de la luz déjando aperturas inesperadas que dan acceso visual a los espacios interiores. En 1994 inicia en la cerámica, participando en talleres y exposiciones. Le interesan los espacios habitados por la vida y los espacios abandonados por la vida, la construción y la erosión. En la cerámica se acerca a los últimos. Crea en la superficie de las piezas efectos de deslavado. Pero siempre persiste la estructura, se resiste a los efectos del tiempo, no se cae ni se deshace. Siempre se mantiene, sigue intacta. Investiga el orden de la estructura orgánica e inorgánica. En sus murales destaca una organización matemática que podría ser de cristales. Aún donde haya erosión sigue la fuerza de mantener estructura y firmeza en el mundo material. De ahí la impresión de un poder casi religioso que da su obra. Llegando en el 1999 a la ciudad de Oaxaca se instaló en un territorio donde a diario se encuentra con edificios y montañas deslavados por el tiempo, donde la labor de la tierra se siente a diario igual que las energías que mantienen la vida y la estructura de ella. Actualmente trabaja de ceramista así como de arquitecta dedicándose en la misma medida a ambos temas.