Nodos/Diferencia-Igualdad
Lunes, 06 Enero 2014 23:30
Escrito por Josefína Alcazar
Nodos/Diferencia-Igualdad. Festival de performance TRANSMUTED coordinado por Martín Rentería y Pancho López, Centro de arte y nuevas tecnologías (CANTE), San Luís Potosí, abril de 2010. Fotógrafo Juan José Gámez.
El eje rector de mi trabajo en general es el ser humano. La idea básica de la obra está en la hipótesis de que las similitudes y las diferencias coexisten en toda persona. Experimentamos el mundo desde nuestra particular forma de verla y percibirla, pero simultáneamente nos rodean aspectos que nos hacen comunes. Esta obra implica una experiencia de empatía, de reconocimiento del otro y al mismo tiempo de identificación de nuestra singularidad. Para este trabajo me enfoqué en la realización de 38 cartas natales a 38 personas a cambio de un regalo. Desarrollé la acción colocando en diferentes partes de mi cuerpo palabras que hicieron referencia a la naturaleza humana, emociones, sensaciones y dificultades. Los 38 regalos fueron colocados en línea frente a mí. Los objetos fueron regalados a 38 personas que se encontraban en el lugar.
En sus acciones, Lorena Orozco (México, 1967) reflexiona sobre la fragilidad y la fortaleza, el miedo y el valor, la destrucción y la construcción, el deseo de transformación y la gran dificultad que esto conlleva. Así, trata que el público se vea a sí mismo en las acciones que lleva a cabo. Establece un dialogo con el espectador a través de acciones para provocar un eco en ellos. En su pieza Atravesando la línea, realizado en el año 2000, utilizó la música instrumental de “La vida en rosa” que contrastaba con la acción de caminar en un espacio obstaculizado por grandes troncos de árbol en los que colocó los textos: ME ENGAÑO, MIEDO DEL MIEDO, Y LA VIDA SE EXTIENDE AL INFINITO. En esta acción Lorena se propuso confrontar las concepciones tradicionales sobre lo femenino y lo masculino. Al trabajar con una motosierra y un montacargas obligaba al público a ver a una mujer como sujeto transformador de su entorno y no sólo en términos de su naturaleza sexual y reproductiva.
En varias de sus piezas Lorena ha usado herramientas eléctricas como caladoras, taladros o motosierras. Considera que el concepto de lo “femenino” - como construcción masculina - se cuestiona al usar herramientas manipuladas habitualmente por hombres.
Lorena confiesa que al realizar sus acciones contacta con sentimientos encontrados. Por un lado, al trabajar en una obra se involucra profundamente, se contacta con el tema, trabaja con los objetos que incorpora y busca aclarar sus intenciones. Cada obra que realiza la lleva a revisar las ideas que en general se tienen sobre el éxito y el fracaso, ya que le parece más interesante y propositivo pensar en procesos de vida a partir de la experiencia, lo que la lleva a comprender la obra realizada como un fenómeno en continuo cambio y movimiento.
Por otro lado, dice que el performance la ha contactado con las partes más oscuras de su personalidad. Desde ese punto de vista se convierten en vivencias muy intensas ya que trabaja con lo más profundo de su ser, con el estado psicológico y emocional, por eso, en más de una ocasión al terminar alguna pieza se ha sentido absolutamente abierta, lo que la ha llevado en ocasiones a “romper en llanto”.
Lorena considera que el motor de su estudio es el ser humano, su desarrollo y capacidad de trasformación. Aquí radica la razón de su búsqueda que se constituye en el intento por la libertad, entendida como la comprensión individual en donde hay empatía con el otro.
Fuentes: Serie documental de Performance Mujeres en Acción, Josefina Alcázar (compiladora), 2006.
Nodos/Diferencia-Igualdad. Festival de performance TRANSMUTED coordinado por Martín Rentería y Pancho López, Centro de arte y nuevas tecnologías (CANTE), San Luís Potosí, abril de 2010. Fotógrafo Juan José Gámez.
El eje rector de mi trabajo en general es el ser humano. La idea básica de la obra está en la hipótesis de que las similitudes y las diferencias coexisten en toda persona. Experimentamos el mundo desde nuestra particular forma de verla y percibirla, pero simultáneamente nos rodean aspectos que nos hacen comunes. Esta obra implica una experiencia de empatía, de reconocimiento del otro y al mismo tiempo de identificación de nuestra singularidad. Para este trabajo me enfoqué en la realización de 38 cartas natales a 38 personas a cambio de un regalo. Desarrollé la acción colocando en diferentes partes de mi cuerpo palabras que hicieron referencia a la naturaleza humana, emociones, sensaciones y dificultades. Los 38 regalos fueron colocados en línea frente a mí. Los objetos fueron regalados a 38 personas que se encontraban en el lugar.
En sus acciones, Lorena Orozco (México, 1967) reflexiona sobre la fragilidad y la fortaleza, el miedo y el valor, la destrucción y la construcción, el deseo de transformación y la gran dificultad que esto conlleva. Así, trata que el público se vea a sí mismo en las acciones que lleva a cabo. Establece un dialogo con el espectador a través de acciones para provocar un eco en ellos. En su pieza Atravesando la línea, realizado en el año 2000, utilizó la música instrumental de “La vida en rosa” que contrastaba con la acción de caminar en un espacio obstaculizado por grandes troncos de árbol en los que colocó los textos: ME ENGAÑO, MIEDO DEL MIEDO, Y LA VIDA SE EXTIENDE AL INFINITO. En esta acción Lorena se propuso confrontar las concepciones tradicionales sobre lo femenino y lo masculino. Al trabajar con una motosierra y un montacargas obligaba al público a ver a una mujer como sujeto transformador de su entorno y no sólo en términos de su naturaleza sexual y reproductiva.
En varias de sus piezas Lorena ha usado herramientas eléctricas como caladoras, taladros o motosierras. Considera que el concepto de lo “femenino” - como construcción masculina - se cuestiona al usar herramientas manipuladas habitualmente por hombres.
Lorena confiesa que al realizar sus acciones contacta con sentimientos encontrados. Por un lado, al trabajar en una obra se involucra profundamente, se contacta con el tema, trabaja con los objetos que incorpora y busca aclarar sus intenciones. Cada obra que realiza la lleva a revisar las ideas que en general se tienen sobre el éxito y el fracaso, ya que le parece más interesante y propositivo pensar en procesos de vida a partir de la experiencia, lo que la lleva a comprender la obra realizada como un fenómeno en continuo cambio y movimiento.
Por otro lado, dice que el performance la ha contactado con las partes más oscuras de su personalidad. Desde ese punto de vista se convierten en vivencias muy intensas ya que trabaja con lo más profundo de su ser, con el estado psicológico y emocional, por eso, en más de una ocasión al terminar alguna pieza se ha sentido absolutamente abierta, lo que la ha llevado en ocasiones a “romper en llanto”.
Lorena considera que el motor de su estudio es el ser humano, su desarrollo y capacidad de trasformación. Aquí radica la razón de su búsqueda que se constituye en el intento por la libertad, entendida como la comprensión individual en donde hay empatía con el otro.
Fuentes: Serie documental de Performance Mujeres en Acción, Josefina Alcázar (compiladora), 2006.