Osarios
Lunes, 13 Enero 2014 20:31
Escrito por Ana Quiroz
La obra de Ana Quiroz se caracteriza por su ironía casi visceral. Quiroz juega con el doble significado, con la semántica. Esta es una artista cuya obra es extremadamente intelectual, basada en su filosofía personal en su postura geopolítica. Detrás de formas totalmente orgánicas y aparentemente ingenuas se esconde toda la compleja filosofía de la artista. Quiroz habla de las miserias humanas, protesta contra el orden social establecido y comenta las consecuencias de ambos. La lectura de la obra de esta artista se basa en gran medida en sus vivencias en un país tercermundista, donde las diferencias sociales están marcadas y delimitadas espacialmente.
La obra de Ana Quiroz es extremadamente conceptual, con una fuerte connotación social. De hecho, su discurso en general está basado en esta plataforma. Una obra compleja cuyo significado puede pasar desapercibido en otro contexto. Es como una piedra en el zapato, como una tela de araña que atrapa a los incautos que se acercan a su obra atraídos quizás por las formas o los colores sin sospechar la complejidad de lo que se va a develar.
Tomando como base la multiplicación de los elementos en el mismo sentido que tratar con multitudes, sobrepoblaciones, y excesos, la repetición de huesos del cuerpo humano a través de vaciados en resina tienen la intención de crear cuestionamientos y reflexiones sobre la muerte, el uso de la violencia dentro de las condiciones sociales y políticas actuales del país.
La obra de Ana Quiroz se caracteriza por su ironía casi visceral. Quiroz juega con el doble significado, con la semántica. Esta es una artista cuya obra es extremadamente intelectual, basada en su filosofía personal en su postura geopolítica. Detrás de formas totalmente orgánicas y aparentemente ingenuas se esconde toda la compleja filosofía de la artista. Quiroz habla de las miserias humanas, protesta contra el orden social establecido y comenta las consecuencias de ambos. La lectura de la obra de esta artista se basa en gran medida en sus vivencias en un país tercermundista, donde las diferencias sociales están marcadas y delimitadas espacialmente.
La obra de Ana Quiroz es extremadamente conceptual, con una fuerte connotación social. De hecho, su discurso en general está basado en esta plataforma. Una obra compleja cuyo significado puede pasar desapercibido en otro contexto. Es como una piedra en el zapato, como una tela de araña que atrapa a los incautos que se acercan a su obra atraídos quizás por las formas o los colores sin sospechar la complejidad de lo que se va a develar.
Tomando como base la multiplicación de los elementos en el mismo sentido que tratar con multitudes, sobrepoblaciones, y excesos, la repetición de huesos del cuerpo humano a través de vaciados en resina tienen la intención de crear cuestionamientos y reflexiones sobre la muerte, el uso de la violencia dentro de las condiciones sociales y políticas actuales del país.