Museo de Mujeres

 

Cuando era estudiante de arte en la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado, Elvira Santamaría (México, 1967) muy pronto abandonó la escuela dejando de lado su interés por la pintura y se dedicó de lleno al performance, investigando y realizando piezas de forma independiente. En el performance encontró un campo del ejercicio de la libertad en actos; la encarnación de una conciencia de experiencias que en si mismas dan fe de esa libertad.

 

Como artista y como ser humano Elvira busca en el arte una forma de conocimiento de la realidad. El arte es para ella un proceso que da cuenta de su búsqueda para entender la vida y las dinámicas de las relaciones humanas, centrándose principalmente en el aspecto del poder.

 

Para Elvira Santamaría el performance se inserta en la realidad para cambiar algo: un acto nuevo, poético, es en sí un cambio. Pero aún así, dice, el performance apunta a algo más. En performance todo es posible como lo es en la experiencia humana, pero se da como un juego paradójico entre un terreno libre para formular cualquier acto y su diferenciación de la vida. En el performance todos encuentran un lugar para expresarse, para vivirse

 

Desde que se inició en el performance en el año de 1991, Elvira ha transitado por diversas vertientes del performance en una constante investigación. Sus primeras acciones fueron ritos muy personales, como aquél que realizó en el Segundo Festival del mes del Performance con la pieza Todo a ciegas, con el que se despedía de su compañero, el fotógrafo Ian Dryden, fallecido ese mismo año. Actualmente, Elvira desarrolla acciones de larga duración acentuando la importancia del proceso.

 

Elvira siempre ha estado en contacto con el arte internacional. En 1992, cuando participó en el Primer Festival del mes del performance en el Museo Universitario del Chopo con la pieza Una noche sin dormir, conoció al artista polaco-mexicano Marcos Kurtycz; a  Richard Martel, teórico y promotor del arte acción en Québec, y al poeta y performer Serge Pay, de Francia, y a través de ellos se conectó con la herencia de los vanguardistas europeos de la acción. Desde el 2000 es miembro del grupo de performance Black Market International compuesto por destacados artistas del performance internacional, principalmente europeo. En 2007 estuvo en una residencia artística en Colombia donde impartió talleres y realizó varios performances.

Elvira enfatiza que el momento del arte acción es el presente. El momento de la conciencia ética, es el presente. El momento de la transformación es también el presente. La práctica del performance es la reflexión de los actos y la creación de otros. El performance, dice Elvira, se vuelve una filosofía y una práctica de vida en vistas a un ideal o a una conciencia en evolución.

 

Fuente: Serie Documental de Performance Mujeres en Acción, México, 2006.

 

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Cuenta regresiva en 4 lenguas, AcciónMad10, VII Encuentro Internacional de Arte AccióndeMadrid, 2010. foto Isabel León.

 

Cuento del 100 al 1 mezclando 4 lenguas: español, inglés, alemán y frances, a la vez encendiendo en la oscuridad un cerillo por numero, y voy construyendo con ellos una torre frágil frente a una cruz regular de rayos laser. La sombra de los cerillos intervienen en la linea laser vertical.