Válvula de escape a la imaginación
Viernes, 17 Enero 2014 13:18
Escrito por Josefina Alcázar
Una válvula de escape a la imaginación, eso significa para Thereza López (México, 1975) hacer performance. Es también una forma de autosatisfacción ya que su trabajo lo hace para ella misma, y se ha convertido en una parte fundamental de su ser.
Su primer performance fue en el año 2001, le gusta tocar todos los temas, no se encierra en alguno en especial, y es básicamente autobiográfico. Su propia vida, experiencias y recuerdos son las fuentes para la concepción de sus acciones.
A Thereza López le gusta sentirse retroalimentada con toda la energía que genera el hacer una acción frente al público. Su pieza Cerrando-Abriendo, realizada en el 2004, en el Primer Festival de Performance en Casa Talavera, fue un ritual para cerrar etapas de su vida. Utilizó cohetes explosivos para marcar el cierre definitivo de unas etapas, mientras que por otra parte le daba la bienvenida a nuevos ciclos con cohetes que sacaban chispas. Thereza lo recuerda como un momento catártico, donde al final de la acción invitó al público a tronar cohetes para compartir ese momento.
El día de muertos del 2005, realizó en el Museo de Arte de Tlaxcala la acción Pendiendo de un hilo. El tema de la muerte se puede analizar desde concepciones y teorías históricas, filosóficas, religiosas, biológicas, culturales, mitológicas. En esta acción, Thereza retomó como base el mito de las Parcas: Cloto, Laquesis y Atropos que se encargaban de presidir el nacimiento de los seres humanos y el seguimiento de su destino el cual se encontraba en manos de las hijas de la Noche que hilaban, devanaban y cortaban el hilo de la vida. Esta acción era una imagen metafórica de la frase “la vida pende de un hilo”. En un audio se oían frases sobre la importancia de vivir la vida basándose en decisiones propias, de acuerdo a las circunstancias que crea el destino. Al final de la acción, Thereza se convierte en “las parcas” de su propio vida, al ser ella quien sostiene los “hilos” los cuales representan sus propias decisiones y acciones. Amarrados en un collar sostenía globos de helio que representaban su cuerpo, alma, espíritu y todos los niveles (materiales, emocionales, etc.) de su ser. Thereza se preguntaba ¿a dónde irá el alma cuando se termina la vida? Finalmente, suelta los globos que suben lentamente al cielo.
Thereza dice que a través de muchos procesos de aprendizaje y perdón se preparó para entregar todo su amor. A partir de esto, en el año 2005, hizo el performance Reflejo, que era un ritual para expresar el amor que siente, así como también para hacer un llamado espiritual al amor en sí mismo.
Fuentes: Serie documental de Performance Mujeres en Acción, Josefina Alcázar (compiladora), 2006.