Los placeres del danzón
Jueves, 23 Enero 2014 12:46
Escrito por Josefina Alcázar
En 1996 el performance entró a la vida de Lorena Méndez (México, 1970) al ver una acción de Armando Sarignana, que le causó una enorme sorpresa y emoción. Vio a una novia subida en un bici taxi que corría a toda velocidad alrededor de la plaza del zócalo. Nunca olvidará aquella imagen y aquella resplandeciente figura.
En casi todos sus proyectos Lorena se implica directamente con problemáticas sociales. Actualmente desarrolla el proyecto “La Lleca” Historias de vida y recuperación de la memoria en el penitenciario de CERESOVA, en Santa Martha Acatitla. La educación artística, la acción directa y la etnografía urbana son las áreas vinculadas a su trabajo artístico y de investigación.
Lorena lleva consigo la grata experiencia de las dos primeras acciones que realizó en la calle, dentro del programa “Asaltos en el centro histórico” un proyecto de Caja Dos ArteNativo. Los performances Desempleada y Danzón Línea 2, fueron el resultado de su posición ambivalente entre dos contextos socioculturales: uno el de la universitaria que se desarrollaba en el sistema artístico y otro el de su gran pasión por la cultura popular urbana. Aún tiene en la memoria el momento en que bajó de las escaleras del Palacio de las Bellas Artes, descalza, vestida de rumbera, para colocarse fuera del Palacio con su anuncio de “Desempleada”.
En 1998, Lorena se empieza a interesar por el tema de los usos del poder en la relación de pareja. Esto la llevó a iniciar, junto con Fernando Fuentes, el ciclo de Antropofagia. En Polvo eres y en polvo te convertirás, acción que realizaron en Ex Teresa en el año 2000, Lorena extrajo minuciosamente de la cabeza de Fernando un montón de laminillas de caspa, las colocó en un plato hondo y posteriormente se las cenó con leche. Con este performance Lorena explora la complejidad de la relación en pareja donde la tensión, la resistencia y la distancia son temas frecuentes, temas que ella está interesada en analizar.
En el año 2000 presentó en el Centro Nacional de las Artes La Puñalada, ritual que desarrolló a partir de su vivencia artística con el danzón. Era un discurso corporal íntimo en donde se mezclaban símbolos y códigos particulares, con símbolos y códigos colectivos. El baile ha sido para Lorena como una táctica de resistencia.
La práctica como artista de acción ha llevado a Lorena a emprender un largo camino donde es de vital importancia promover la formación de seres conscientes de su entorno y sus historias. Esto hace en el proyecto “La Lleca” que desarrolla actualmente en el penitenciario de CERESOVA, en Santa Martha Acatitla.
Fuentes: Serie documental de Performance Mujeres en Acción, Josefina Alcázar (compiladora), 2006.