Naturaleza desdoblada en hundimientos y abultamientos
Viernes, 24 Enero 2014 10:52
Escrito por Miriam Medréz
La naturaleza se nos presenta con ritmos, movimientos y patrones característicos, constituidos de componentes infinitamente repetibles —hojas, brotes, espinas, pétalos, bulbos, semillas—motivos que dan origen a otras formas.
Repetición de ritmos naturales, de los latidos del corazón y de los centelleos de una estrella, del compás de las olas del mar y de aspirar y expirar, incesantemente, en un mantra que se repite y construye formas que se ensamblan en esculturas.
Esculturas que esconden y muestran, que se abren y se cierran, que participan en un juego de ocultar y descubrir, que brotan al interior y en la superficie. Protuberancias obvias y otras escondidas, hundimientos que se ocultan o se exhiben para hacer palpables nuestros deseos ocultos, para exponerlos y hacer brotar las semillas de nuestra naturaleza, para colgarlos de las paredes que nos rodean y en el cuerpo que nos envuelve. Para descubrir exteriorizando.
Las esculturas se produjeron en telas blancas y negras, interpretando formas que se asemejan al mundo de lo natural. Se usaron fotografías impresas en tela, con imágenes de semillas, de cactos y de otras plantas. Todas las esculturas son relieves de pared.
Las telas son suaves, ligeras, con impresiones fotográficas, con bordados y texturas que se fusionan y germinan en esta serie de abultamientos y de hundimientos.