Río Bow: Río azul
Viernes, 23 Mayo 2014 11:37
Escrito por María José de la Macorra
Estas piezas pertenecen a un proyecto llamado Las 20 perlas que he venido trabajando desde el 2007 y que se refiere a mi conexión con algunos lugares presentes en mi imaginario personal. En este proyecto cada lugar que trabajo representa una perla, por ejemplo: un lago, un río, un glaciar, un bosque, la ciudad de México como ciudad lacustre, etc., hasta formar así un collar de veinte sitios.
Primera perla: Río Bow: Río azul La exploración que hago de este lugar es, primero, a través de la fotografía, el video, la gráfica para así desembocar en la escultura. Independientemente de que la memoria y la sensación sean fenómenos mentales, la obra que emana de todo este proceso es una nueva entidad física.
En el proyecto titulado Las 20 perlas la experiencia contemplativa de un lago o un río desemboca en una serie de obras constituidas por materiales y medios diversos; el ejemplo visto aquí es la estructura de un río sinuoso: son corrientes que fluyen anudándose, trenzándose como la corteza de un ahuehuete vista en horizontal. Podemos contemplar esa estructura amplificada en serigrafía como parte de la perla Río Bow. En el conjunto de obras que componen esta perla, tenemos cuatro cajas de acrílico que contienen collares de papelillo entrelazadas: son ríos: azul, plateado, aperlado y negro. Los infinitos destellos inherentes al río real están ahí, en cada uno de los destellos de cada esfera. He ahí una muestra de cómo las obras en cuestión funcionan como desdoblamientos o reflejos emanados de la estructura íntima del ente representado: la estructura visible está en la trenza, la invisible, tanto por la constitución física del agua como por la temporalidad del transcurso, en la acumulación de partículas, esferas en este caso. Casi todas las obras están constituidas así: por acumulación de partículas o átomos.
Los colores de cada río se vinculan con las series fotográficas tituladas también a partir de sus gamas cromáticas: río negro, río azul y río verde. Esto tampoco es casual ni aleatorio: existe una estructura de relaciones entre las obras, tanto entre las que constituyen cada perla como entre las perlas mismas, de manera tal que así como cada pieza está hecha de partículas, cada obra es a su vez partícula de una nueva obra, en este caso la perla o proyecto, que a su vez está planteada como partícula de un siguiente nivel: Las 20 perlas; entre todas ellas hay un juego de reflejos en donde una alude a la otra.