Tocarás el filo de la cama
Tocarás el filo de la cama, es una de las frases que utilizó Fuentes ya casi al final de la novela y es a partir de ésta que dio inicio un diálogo entre los sucesos de la obra y el proceso creativo de la que propone este proyecto. La intención no ha sido ilustrar la novela sino por el contrario, llevar a cabo el ejercicio de hacer un acto imaginativo que tendiera ramas imaginativas más allá de lo que está escrito y que representara conexiones rizomáticas entre la obra escrita y las imágenes. Se llevó a cabo una exposición visual el pasado 6 de Septiembre de 2012 en el Centro de Arte de la Universidad Autónoma de Querétaro. Las obras resultado del proyecto son: catorce pinturas, cincuenta grabados, un libro intervenido, un libro de artista, una grafoflexia y cuatro instalaciones.
Mi madre se llamaba Aura; mi abuela le puso ese nombre por una pequeña novela romántica que leyó alrededor de 1930: Aura y las violetas. Aura Matilde fue una mujer muy bella con unos ojos verde claro que evocaban agua clara corriendo sobre luz. Me pusieron Aura Francisca, tengo los ojos verdes también, pero del agua del Nilo. Tengo una hija y le puse Aura Cecilia, también tiene ojos verdes, de un verde que busca el azul del mar Caribe. Al filo de la cama, ha ocupado en su preparación y ejecución más de dos años, aunque podría decir que tal vez lleva una buena parte de mi vida en mi corazón ya que desde que tuvimos la fortuna de encontrarnos, la novela y yo, se estableció una especie de comunicación y transferencia de ideas, imágenes, dudas, curiosidades y afinidades que me acompañan en días que se entrelazan con magia.
Leo Aura como oráculo y me sorprendo porque no me da respuestas precisas, sino que me plantea preguntas nuevas. Durante el proceso de elaboración del cuerpo material que compuso la exposición presentada en 2012, una época de tiempos revueltos; la obra, la novela y mi vida crearon vínculos de apropiaciones entre sí, a la vez que viví la interrelación de situaciones metafóricas que me sorprendieron. En 2012, muere Carlos Fuentes a 50 años de que pariera a esas mujeres que son tres en un solo cuerpo.