Cuerpos en Fuga
Lunes, 24 Agosto 2015 11:23
Escrito por Mirna Roldán
Comunidad imaginaria “Cuerpos en Fuga”
Por Mirna Roldán junto con Wachi, Chato, Liborio y Charlie.
El proyecto gira en torno a la construcción del cuerpo y de las relaciones emocionales y afectivas como anclaje de las relaciones de género, partiendo de la idea de la ejecución de movimientos que se accionan con el cuerpo de las personas distanciadas por voluntad propia, a lo largo de su vida, de espacios como: hospitales, tribunales, iglesias, escuelas, ejercito, empresas, etcétera. Por lo que no obtienen instrucción disciplinaria, burocrática, ni especializada en su vida cotidiana. Sus movimientos se dirigen principalmente a la producción del placer personal.
Tomo como ámbito de experimentación a mi familia materna constituida por alrededor de 150 personas que en su mayoría viven en el barrio de San Juan Pantitlán, Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, de donde soy originaria. Considero, de manera específica, a las personas que no se adaptan a la estructura familiar y cumplen con las características mencionadas anteriormente. Mediante la aproximación lúdica provoco actos estéticos con los integrantes de la familia que reúnen el perfil establecido, como resultado realizamos acciones producto de la interacción del propio cuerpo con espacios significativos de los participantes. Asimismo, todas las acciones videoperformance, instalaciones, fotografías y registros en conjunto forman la comunidad imaginaria llamada Cuerpos en fuga fuera del núcleo de interacción familiar.
Me interesa construir otro tipo de interacción con las personas que no se adaptan al modo represivo que se genera dentro de mi familia. Construí mi propia comunidad con estas personas que, al igual que yo, no se adaptan a las estrategias de control que ejercen lxs demás integrantes de la “familia” sobre lxs otrxs. El principal motor de esta comunidad es la producción del placer, un placer lúdico.
Por Mirna Roldán junto con Wachi, Chato, Liborio y Charlie.
El proyecto gira en torno a la construcción del cuerpo y de las relaciones emocionales y afectivas como anclaje de las relaciones de género, partiendo de la idea de la ejecución de movimientos que se accionan con el cuerpo de las personas distanciadas por voluntad propia, a lo largo de su vida, de espacios como: hospitales, tribunales, iglesias, escuelas, ejercito, empresas, etcétera. Por lo que no obtienen instrucción disciplinaria, burocrática, ni especializada en su vida cotidiana. Sus movimientos se dirigen principalmente a la producción del placer personal.
Tomo como ámbito de experimentación a mi familia materna constituida por alrededor de 150 personas que en su mayoría viven en el barrio de San Juan Pantitlán, Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, de donde soy originaria. Considero, de manera específica, a las personas que no se adaptan a la estructura familiar y cumplen con las características mencionadas anteriormente. Mediante la aproximación lúdica provoco actos estéticos con los integrantes de la familia que reúnen el perfil establecido, como resultado realizamos acciones producto de la interacción del propio cuerpo con espacios significativos de los participantes. Asimismo, todas las acciones videoperformance, instalaciones, fotografías y registros en conjunto forman la comunidad imaginaria llamada Cuerpos en fuga fuera del núcleo de interacción familiar.
Me interesa construir otro tipo de interacción con las personas que no se adaptan al modo represivo que se genera dentro de mi familia. Construí mi propia comunidad con estas personas que, al igual que yo, no se adaptan a las estrategias de control que ejercen lxs demás integrantes de la “familia” sobre lxs otrxs. El principal motor de esta comunidad es la producción del placer, un placer lúdico.