Museo de Mujeres

 

La acción consistió en cruzar el pasillo del mercado anexo al Teatro del Pueblo cubierta con un manto color violeta, un espejo con la medida de la circunferencia de mi rostro, un collar de metal con forma similar a una corona de espinas, un huevo entre las piernas y una rosa roja escondida en el pecho. Al llegar al área comercial ambulante detrás del mercado (frontera con el centro histórico y el barrio de Tepito), me instalé en un espacio vacío que anteriormente había negociado con la propietaria para que me dejara realizar la acción frente a su puesto. Ese día no asistió a laborar. Allí me coloqué en posición de culclillas sosteniendo el espejo. Repentinamente se me resbaló de las manos y se rompió. Los pedazos los coloqué en un balde color blanco con agua tratando de reconstruir el espejo. Después me saqué el huevo que traía entre las piernas y comencé a cortarme el cuerpo con él, a manera de limpia. Rompí el huevo y lo deposité en el balde. Luego, saqué la rosa escondida y desajando casa pétalo fui masticándola hasta formar un bolo para después escupirlo en el balde y colorear el agua color violeta, de manera continua intenté quitarme el collar sin éxito. Me quité el manto y lo mojé con el agua del balde, me lave la cara para quitarme el dorado de la pintura comestible que me apliqué en las partes desnudas de mi cuerpo. Finalmente salí del mercado ambulante por el pasillo del mercado.