Tillandsia
Lunes, 01 Julio 2019 20:31
Escrito por María José de la Macorra
Las 20 perlas, es una fase de mi trabajo que he venido realizando desde el 2008. Se trata de un conjunto de proyectos de diversa índole, uno de los cuales es la serie de obras realizadas en diferentes medios que tienen como tema una pequeña planta: la Tillandsia schiedana.
La Tillandsia schiedana es una planta epífita, o que crece suspendida, ya sea en ramas de árboles o cables de teléfono o electricidad de nuestra ciudad(es), o en su hábitat natural como las pluvioselvas, los bosques húmedos, y los bosques secos estacionales de un territorio que se extiende desde México, Nicaragua, Venezuela y Colombia hasta las Antillas. Desde mi punto de vista es una planta delicada, podría decirse que hasta modesta e inconspicua, con lo cual no deja de ser una planta muy evolucionada, dado que no necesita casi nada para sobrevivir ya que se alimenta de los nutrientes y de la humedad presentes en el ambiente. Mi interés por ella se debe a que posee una belleza callada en su forma anudada y radial, que resulta en una estructura fascinante con un centro cargado de energía del que salen proyectadas hacia el espacio sus hojas color verde parduzco.
En esta serie de imágenes presento obras bordadas, esculturas en fierro forjado, en latón forjado y patinado, y en alambre recocido. La exploración formal de esta planta ha transcurrido durante ya varios años iniciando con bordados a mano y con varios ejercicios en barro papel y concluyendo con las últimas dos obra de esta serie: una tinta sobre papel japonés y una escultura en alambre recocido que realicé entre 2012 y 2013 y que hablan de la fuerza cinética de un objeto que se lanza hacia el espacio para mapearlo, explorarlo y después habitarlo.
La Tillandsia schiedana es una planta epífita, o que crece suspendida, ya sea en ramas de árboles o cables de teléfono o electricidad de nuestra ciudad(es), o en su hábitat natural como las pluvioselvas, los bosques húmedos, y los bosques secos estacionales de un territorio que se extiende desde México, Nicaragua, Venezuela y Colombia hasta las Antillas. Desde mi punto de vista es una planta delicada, podría decirse que hasta modesta e inconspicua, con lo cual no deja de ser una planta muy evolucionada, dado que no necesita casi nada para sobrevivir ya que se alimenta de los nutrientes y de la humedad presentes en el ambiente. Mi interés por ella se debe a que posee una belleza callada en su forma anudada y radial, que resulta en una estructura fascinante con un centro cargado de energía del que salen proyectadas hacia el espacio sus hojas color verde parduzco.
En esta serie de imágenes presento obras bordadas, esculturas en fierro forjado, en latón forjado y patinado, y en alambre recocido. La exploración formal de esta planta ha transcurrido durante ya varios años iniciando con bordados a mano y con varios ejercicios en barro papel y concluyendo con las últimas dos obra de esta serie: una tinta sobre papel japonés y una escultura en alambre recocido que realicé entre 2012 y 2013 y que hablan de la fuerza cinética de un objeto que se lanza hacia el espacio para mapearlo, explorarlo y después habitarlo.