Corriente alterna
Viernes, 19 Noviembre 2021 07:04
Escrito por Gabriela Olivo de Alba
Corriente alterna. 2020.
Pieza de video escritura estructurada en bandas. El detonante de esta idea fue el encuentro reciente que tuve, removiendo papeles, con un encefalograma que un terapeuta neurólogo, recomendó hacerme hace años cuando atravesaba una relación tóxica. Al realizar un encefalograma se colocan electrodos en el cuero cabelludo para obtener el registro gráfico de la actividad cerebral, de ahí -de ese mecanismo eléctrico- el título de “Corriente alterna”. Me propuse una escritura híbrida en la cual colinda el ensayo, la prosa poética, la escritura autorreferencial y elementos escénicos. El uso de un modelo transmedia refuerza la noción de conexiones neuronales, al tiempo que hace posible redimensionar las cualidades estéticas con los rasgos de la hipermedia (imágenes, audio, vídeo). Al momento de hojear las páginas del encefalograma, para videograbar en asociación automática empecé a tararear una canción infantil. Tal vez fueron las líneas dibujadas sobre las hojas con renglones, las que me remitieron a los ejercicios escolares de caligrafía, en esa etapa en que se nos hace practicar la escritura, aún sin plena conciencia de lo que significa lo que escribimos. A cada banda encefalográfica corresponde un texto literario breve, a manera de pantalla, que es leído con voz en off. De cada una de las cinco bandas que forman parte de esta pieza -que a su vez corresponden a nombres de letras del alfabeto griego- surgieron asociaciones para las que busqué equivalencias en mis diarios, bitácoras oníricas, imágenes en fotografía y una ficha técnica forense de las partes íntimas femeninas intervenida. Son, curiosamente, las palabras con las que la OMS decidió designar a las variantes del covid-19: Alfa la británica, Beta la hallada en Sudáfrica, Gamma la de Brasil y Delta la descubierta en la India.
Corriente alterna. 2020.
Pieza de video escritura estructurada en bandas. El detonante de esta idea fue el encuentro reciente que tuve, removiendo papeles, con un encefalograma que un terapeuta neurólogo, recomendó hacerme hace años cuando atravesaba una relación tóxica. Al realizar un encefalograma se colocan electrodos en el cuero cabelludo para obtener el registro gráfico de la actividad cerebral, de ahí -de ese mecanismo eléctrico- el título de “Corriente alterna”. Me propuse una escritura híbrida en la cual colinda el ensayo, la prosa poética, la escritura autorreferencial y elementos escénicos. El uso de un modelo transmedia refuerza la noción de conexiones neuronales, al tiempo que hace posible redimensionar las cualidades estéticas con los rasgos de la hipermedia (imágenes, audio, vídeo). Al momento de hojear las páginas del encefalograma, para videograbar en asociación automática empecé a tararear una canción infantil. Tal vez fueron las líneas dibujadas sobre las hojas con renglones, las que me remitieron a los ejercicios escolares de caligrafía, en esa etapa en que se nos hace practicar la escritura, aún sin plena conciencia de lo que significa lo que escribimos. A cada banda encefalográfica corresponde un texto literario breve, a manera de pantalla, que es leído con voz en off. De cada una de las cinco bandas que forman parte de esta pieza -que a su vez corresponden a nombres de letras del alfabeto griego- surgieron asociaciones para las que busqué equivalencias en mis diarios, bitácoras oníricas, imágenes en fotografía y una ficha técnica forense de las partes íntimas femeninas intervenida. Son, curiosamente, las palabras con las que la OMS decidió designar a las variantes del covid-19: Alfa la británica, Beta la hallada en Sudáfrica, Gamma la de Brasil y Delta la descubierta en la India.