(a)Tensión
El desvanecimiento de la multitud. Un incauto visitante se pasea por lo que parece una montaña cualquiera; este lugar se va lentamente transformando en una experiencia de orden místico, espiritual. En el camino aparecen y se conforman pequeños altares, vestigios semi-sólidos. Ese trayecto transformador toma lugar en Chimalhuacán; el monte –de desechos industriales- cambia su configuración después de rondar por él. En más de un sentido habría que convertir esa pila de sedimentos en un altar, un altar dedicado al fin y al límite de lo urbanamente olvidado, de lo que somos y no queremos confrontar, lo que nos espejea como fantasmas rondantes: Es la decisión política de dirigir la mirada de los demás hacia donde estamos viendo; sentados en la línea divisoria, como si fuese nuestra suerte presenciar todo aquello para que quedase registrado en algún lugar.