Museo de Mujeres

Esta exposición de Adriana Calatayud recoge su producción fotográfica y de imagen en movimiento de los años de 2005 y 2008, en la que examina el fenómeno de la construcción del cuerpo femenino en obras donde se traslapan las vivencias subjetivas y objetivas, y sociales y artísticas. “La tecnología de género”, como lo llama Teresa de Lauretis, se hace visible en diversos registros aquí, articulando en términos visuales su proceso de instauración en prácticas y representaciones culturales, cuya complejidad y contradicción toman formas metafóricas sorprendentes en el trabajo de Calatayud.

 

La tecnología digital manejada por la propia artista se une aquí con fuerzas viscerales y con convenciones culturales variadas para crear obras que evocan combinaciones enigmáticas e inquietantes, por medio del manejo elocuente de presencias y ausencias o por medio de la contraposición de referencias tradicionales (refranes, esquemas corporales renacentistas) con elementos contemporáneos que subrayan la presencia de la alteridad y la diversidad.

 

Se propone presentar la obra en tres secciones que articulan diversas modalidades de esta exploración. Constructo aborda el tema del fisicoculturismo femenino como un territorio donde se mapea en el cuerpo de la mujer las contradicciones entre la definición cultural de lo femenino y esta modalidad deportiva, a partir de una suerte de “retrato fragmentado” de Norma López Castellanos, considerada como la mejor fisicoconstructivista en la historia de Oaxaca. La segunda sección, El Cuerpo Perfecto, incorpora tres series: Estereotipos, Simetrías y proporciones, y Cirugía, que interpretan desde una perspectiva personal y estética los mecanismos de aislamiento simbólico de partes del cuerpo, haciéndonos conscientes de sus implicaciones inquietantes. En este rubro destaca el manejo del peinado con su soporte corporal borrado como elemento expresivo, el intercambio fotográfico entre tres registros de tres caras para producir tres “mutantes” digitales, y la referencia evocativa a “torturas voluntarias” concebidas entre el ideal teórico y la diversidad corpórea. La última sección, De-figuraciones, aborda la transformación corporal natural durante el embarazo como vivencia entre lo interno y lo externo, buscando dar forma visual a esta dialéctica y el simultáneo proceso de enajenación y conexión con lo arquetípico que produce.

 

El trabajo de Calatayud que se propone exponer a la vez constituye un corpus contundente y un trabajo procesual abierto a su continuación y a la interpretación. Dialoga con la teoría y práctica feministas a la vez que se aparta de las convenciones y expectativas en este sentido, forzándonos a confrontar los estereotipos actuales e históricos tanto a nivel visceral como a nivel estético, y así propiciando un proceso de cuestionamiento y reconfiguración de relaciones sociales, históricas y psicológicas.